El artículo de hoy es un poco íntimo, con striptease escultórico incluido…estoy seguro que te va a encantar. Va sobre un busto que daba por perdido y años después lo he recuperado.
Digo que te encantará, porque va a despejar algunas de tus dudas e indecisiones a la hora de practicar la escultura.
Si eres de los que te gustaría dibujar o modelar pero… no te atreves porque crees no tener esa capacidad, ponte cómod@ y abre bien los ojos.
Y si eres de los que no tienen dudas, te gustará porque hay muy pocos escultores que muestran este tipo de trabajos 🙂
Una de mis obras nunca vista…
De esas que hacen historia, en silencio y a escondidas…pero marcan un antes y después 🙂
Seguro que estarás pensando :
QUE… ES ESTO?
Estas viendo mi primer modelado.
Una joya del año 90, hace 25 años, que encontré escondida en casa de mis padres.
Por aquel entonces yo tenía 15 añitos.
Era verano, compré 5 kilos de arcilla roja en una tienda de manualidades en el pueblo más cercano y un palillo en forma de cuchillo.
Recuerdo que no tenía ni idea de modelado pero como se me daba bien el dibujo… pensé que podría hacer un gran busto.
También recuerdo que terminé usando una cucharilla de café para los “retoques” (no me preguntes el porqué)
15 años, 5 kilos de arcilla, una cucharilla y la ilusión de pensar que me sacaría una escultura genial de la manga por el morro.
No me gustó demasiado el resultado… y lo guarde en el desván para el olvido.
Lo encontré hace 5 años y al momento pensé en tirarlo, romperlo en cachitos muy pequeños para que nadie lo vea, tenía ganas de deshacerme de algo tan…tan…raro? feo? Pero me pudo la nostalgia y allí lo deje escondido otros 5 añitos más.
Me alegro de no deshacerme de él…tanto que hasta le he puesto una peana.
Hoy lo muestro con orgullo.
Es lo primero que me gusta enseñar al impartir una clase.
Así dejo claro a toda persona que se acerca con dudas y prejuicios a la escultura, que los comienzos son iguales para todos…sin más habilidad que la de querer hacer y aprender 🙂
Abur!!